Los conciertos se desarrollarán en la magnífica Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Un espacio paradigmático para la cultura madrileña.
Para el festival proponemos variar el punto de vista habitual del público sobre este espacio. Si se utiliza el escenario dispuesto en el eje del acceso los espectadores no pueden valorar el elemento más característico de la sala: las numerosas columnas que le dan nombre. Tampoco pueden apreciar el ventanal que se abre sobre los edificios cercanos.
Por ello se propone evitar esta disposición y privilegiar la diagonal que ofrece como fondo tanto las columnas de la sala como el ventanal. Las columnas se sitúan de este modo tras los músicos y articulan un lugar dispuesto para la escucha activa de la música. Para acoger al público se instala un graderío en arco, utilizando las tarimas modulares con que cuenta la sala.
Cada uno de los cuatro conciertos contará con un tratamiento espacial y de iluminación propio. En el tercer concierto, dedicado al Espacio KHÔRA, las sillas se disponen en torno a una elipse central.
Fco. Javier Larreina, escenógrafo.
“A Javier Larreina le gusta hablar de que sus intervenciones propician espacios para la escucha. Para ello necesita recorrer el lugar previsto para el concierto, apreciar desde sus dimensiones hasta su temperatura, además de su acústica. El proyecto lo plantea desde el acceso del público y trata de cualificar el lugar para favorecer la percepción espacial de la música.
La creación musical adquiere sentido cuando se confronta con unos oyentes que no esperan pasivamente un resultado, sino que son conscientes de que la composición precisa de su implicación personal. El concierto se desarrolla en un tiempo compartido por el público y los intérpretes, y por tanto se busca que el espacio sea también dinámico y resulte activado por los asistentes.”
El Diario Vasco, 25 agosto 2013