Helga ARIAS (Bilbao, 1984)
Premio de Honor del Colegio de España en París – INAEM 2016
Milk spilt on a stone (2017)

Presentación a cargo de Helga Arias y Ángel Soria (solista SIGMA Project)
Concierto: Milk spilt on a stone (2017). Videocreación de César Barrio (estreno absoluto, encargo SIGMA Project)
Conversación La creación musical colaborativa. Helga Arias (compositora) y Ángel Soria
Tip musical: El gesto temporal en el cuarteto. Ángel Soria.
Milk spilt on a stone (2017) para cuarteto de saxofones
Obra encargo: SIGMA Project con la financiación de la Fundación BBVA
Estreno mundial: 25/04/2017, VII Ciclo de Música Contemporánea de la Fundación BBVA (Bilbao)
We that have done and thought,
W.B. Yeats “Spilt Milk“
That have thought and done,
Must ramble, and thin out
Like milk spilt on a stone.
Helga Arias nos explica, mediante una metáfora procesual, el sentido que cobra la cita con que encabeza su cuarteto: «La expresión «spilt milk» se refiere en inglés a un error que no se puede enmendar. Una vez que un líquido se vierte sigue su propio curso, se extiende, se bifurca y continua avanzando sin retorno hasta dispersarse y desaparecer, absorbido por otros materiales. Es irreversible, irrecuperable».
En efecto, la imagen de un material que, inexorablemente, va fragmentándose paulatinamente hasta no quedar apenas traza de él ilustra visualmente el trayecto sonoro de la pieza: ésta arranca con una tupida —aunque no especialmente densa— textura de multifónicos en los cuatro saxofones, que paulatinamente van filtrándose en densidad espectral y en color tímbrico, para ir cobrando poco a poco la respiración el espacio del sonido pleno del instrumento, y de este modo abrir las puertas tanto a frecuencias extremas como a componentes cercanas al ruido, aunque cada vez más cercanas al umbral de la escucha. Esta evolución es completamente procesual, sin cortes articulatorios que fragmenten el devenir sonoro en bloques netamente contrastantes, por lo que podemos afirmar que una cierta actitud post-espectral parece haber gobernado las prácticas creativas de Arias durante la composición Milk Split on a Stone.
Un aspecto destacable de la pieza es su ausencia de sensación de pulso a lo largo de casi toda la obra. Solamente en un pasaje central figuran breves lapsos acentuados, repartidos entre las cuatro líneas instrumentales, que hacen brevemente surgir una cierta pulsación subyacente. A cambio, la inmensa mayoría de las entradas y salidas de los instrumentos de alguna manera funcionan como si un técnico de sonido estuviese aplicando de manera concienzuda continuos fade in y fade out en cada saxofón-pista de grabación. Sin embargo, esto no es óbice para que ciertos elementos rítmicos afloren, de manera emergente, como consecuencia de la propia interacción de las capas sonoras, o incluso en el interior de cada una de ellas. Por ejemplo, los choques microtonales entre algunos multifónicos pueden dar lugar, si es que las condiciones físicas lo permiten —dado que los músicos están espaciados en la sala de conciertos— a batimentos, es decir: fricciones entre frecuencias próximas que se traducen en la percepción de pulsaciones rítmicas. Estos, en cambio, están garantizados cuando los saxofonistas deben tocar y cantar al mismo tiempo alturas próximas a la nota instrumental ejecutada: las oscilaciones vocales generan así desde dichas pulsaciones hasta una forma de multifonía hibridada.
(Extracto de las notas del estreno, a cargo del musicólogo José Luis Besada)
+ info: Helga Arias
Siguiente concierto: Germán Alonso →